En esto estamos...

Parar la pelota. Pensar. Otear el horizonte. Levantar la cabeza en la mitad de la cancha y dejar de correr por los laterales mirando al suelo. Hay formas de trabajar la seguridad. Pero lleva tiempo. Planes. No hay respuestas en la urgencia. Este no es un blog urgente. Hay que abrir los ojos. Mirar al otro. Sentirlo. Traerlo. Acá vamos a tratar de reflexionar, de jugar corto para llegar lejos. Vamos a discutir la inseguridad y analizar las políticas de seguridad. Hoy, en general, no hay verdades ni mentiras: hay apuro hueco y complicidades. No nos bancamos el discurso dominante sobre la inseguridad y somos críticos de las cortas respuestas progresistas. Vamos por más. Vamos al hueso. A donde duele. A veces duele sentir y muchas otras, pensar. Somos Criminal Mambo. Un blog sobre seguridad ciudadana del campo nacional y popular.

miércoles, 23 de febrero de 2011

De la cabeza


Amigos Lupus y Rulo, recuerdo hace ya muchos años, cuando el director de un Postgrado que cursaba, sociólogo él –al que Esteban Schmidt en su Palermo Manifiesto apodó “Manteca Di Nápoli-, me aseguraba que para conocer la realidad del conurbano bonaerense, para ver lo que le pasaba la gente, había que ver el programa Policías en acción.

Ese show, sustentado en gran medida por publicidades relacionadas con el negocio de la seguridad (puertas, alarmas, etc.), ya lanzó a la fama a muchos personajes de barrio, que inundan Youtube y les dan la chance a muchos empleados públicos de entretenerse un poco, de cortar el ritmo de su incansable, arduo, perseverante trabajo en pos de mejorar un sistema imperfecto, que todavía hace agua en muchos aspectos.

Entonces me mandan por mail esto, bajo el título “Vieja Loca”, donde se puede ver a la policía bonaerense acudiendo a un llamado por un hecho menor, con las cámaras de Policías en Acción siguiéndolos a sol y sombra, y haciéndolos protagonistas y responsables de hechos mayores.

Se trata de un caso en el que se mezclan muchas cosas: el abandono del estado durante muchos años, la necesidad de un diagnóstico psiquiátrico, una seudo denuncia de venta de droga, la evidente ruptura de los lazos sociales en la comunidad, el supuesto robo de un tanque con agua potable, y la desesperación por no poder salir a la calle.

Entonces amigos, yo me hago –y les hago- unas cuantas preguntas: ¿Cómo podemos pretender que los policías puedan tener herramientas para tratar este caso? ¿Por qué deberíamos requerir a la policía para este tipo de situaciones? ¿Cómo puede ser que el único recurso que exista para estas contingencias sea llamar al 911?

Si todas las tareas que la política (el Estado, el Ministerio de Desarrollo Social, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, o quien quieran mencionar) no quiere o no puede cumplir por complicadas o desagradables que sean, se delegan en la policía, una organización –delictiva- que por su formación no le puede entrar a la realidad social, que a esta altura ya tiene una puerta Pentágono, estamos fritos.

Entonces el policía que se sube a la pared para ayudar a la vieja loca, llega para contener una situación que ya se rompió. Y lo hace sin herramientas para derivar a la víctima, sin articular con la dependencia municipal encargada de Tercera Edad, o sin siquiera conocer que en el barrio donde trabaja existe un servicio de contención psicológica para este tipo de casos (en caso de que exista).

Y entonces le abre la puerta de la casa y se va, sin saber si esa mujer tiene una pensión, si toma alguna medicación, si es diabética, hipertensa, alcohólica, si se toma la falopa que le vende el vecino o si necesita tratarse mentalmente.

Porque, digámoslo amigos, una activa política de Salud Mental, cuya ley nacional recientemente aprobada obliga a implementar, con conceptos como el derecho a contar con asistencia legal gratuita desde el inicio del procedimiento, el derecho a la integración en la comunidad y a la rehabilitación, libera de muchas tareas de contención a la policía. Porque una sociedad sanita de la cabeza, también es una sociedad con menos violencia, ¿no?

Abrazos,

Pancho

4 comentarios:

Mauri Kurcbard dijo...

este programa es un producto tipico de Clarin, toda la ideologia que destila y la perspectiva que le dan la tema policial es muy ilustrativo de su decadencia.

Alejandro Barrios dijo...

La nota del programa más que "Subida de tono" debería haberse llamado "Teléfono ocupado", porque la señora si está llamando,el problema que hasta ahora nadie la atendió.
Muy buena la nota, interesante el blog.

Abrazo
Ale

Rulo dijo...

Muchas gracias Mauri K y Alejandro por pasar y opinar. Nuestra idea es que no necesariamente el tema de seguridad está vinculado a la policía y que la policía no puede ser la única cara visible del Estado.

La seguimos!

Abrazos,

Rulo

gUADA dijo...

Lo que decís me hace pensar que en este tejido social deshecho, ultrajado, casi hecho jirones pasan (por lo menos) dos cosas en relación a las responsabilidades del Estado con la comunidad: el vacío y las tergiversaciones.
Por otro lado es necesario pensar qué tareas sociales también exceden al Estado y deberían ser asumidas por todos, es decir, comprometerse con una construcción colectiva.
Ambas son situaciones que necesitamos cambiar - y la lista sigue...-