En esto estamos...

Parar la pelota. Pensar. Otear el horizonte. Levantar la cabeza en la mitad de la cancha y dejar de correr por los laterales mirando al suelo. Hay formas de trabajar la seguridad. Pero lleva tiempo. Planes. No hay respuestas en la urgencia. Este no es un blog urgente. Hay que abrir los ojos. Mirar al otro. Sentirlo. Traerlo. Acá vamos a tratar de reflexionar, de jugar corto para llegar lejos. Vamos a discutir la inseguridad y analizar las políticas de seguridad. Hoy, en general, no hay verdades ni mentiras: hay apuro hueco y complicidades. No nos bancamos el discurso dominante sobre la inseguridad y somos críticos de las cortas respuestas progresistas. Vamos por más. Vamos al hueso. A donde duele. A veces duele sentir y muchas otras, pensar. Somos Criminal Mambo. Un blog sobre seguridad ciudadana del campo nacional y popular.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Con tiempo o con sangre




Rulo, entre las frases más conocidas de Perón hay una que me refresca como el aire acondicionado y cae con justicia para terminar el año y proyectar el 2011: "Las revoluciones se hacen con tiempo o con sangre".

La verdad que el peronismo no tiene desarrollada una doctrina de la seguridad democrática (ni siquiera lo intentó, el peronismo como tal jamás discutió la “seguridad”) pero su descendiente natural y orgulloso, el kirchernismo ahora la está empezando a construir. No se trata de una revolución estrictamente aunque en materia de seguridad el grado de reformas que hay que hacer alcanzan el mote de revolucionarias. Porque hay que cambiar mucho.

Y la ruta es la del tiempo, no la de la sangre.

En esa frase del Pocho podemos condensar los dos paradigmas de seguridad que están en disputa hoy en la Ciudad. Un Jefe de Gobierno que pide urgencias, que en tres años no construyó ni viviendas ni subtes ni escuelas, ahora muestra apuro y dice alegremente que 18 días le parece mucho para que “delincuentes ocupen un predio”. Una doctrina que no usa la palabra sangre (porque no queda bien) pero la pide en otro término: orden. A mi, Rulo, la palabra orden me da escalofríos, qué querés que te diga. En todo caso, al orden hay que ordenarlo... con tiempo. Como hicieron Garre y Rafecas en el club Albariños. En el gobierno nacional mostraron claramente una posición que respeta al tiempo y aleja a la sangre. Y por ahí va la cosa.

Estamos en tiempos de tiempos (vale la redundancia) y no de sangre. La seguridad democrática se construye con tiempo o no se construye.

Ese es nuestro mensaje para el 2011. Y nuestro deseo, que va de la mano, es que ese tiempo nos lleve a una nueva realidad efectiva en materia de seguridad ciudadana.


jueves, 23 de diciembre de 2010

Las anti historias de la Navidad (PFA)


Leemos un procesamiento reciente de policías federales en un expediente judicial: “Así las cosas a XX, que tenía la pierna fracturada producto del disparo de arma de fuego (de la policía) que había recibido, uno de los oficiales le colocó la rodilla en la espalda impidiéndole de esa forma respirar con normalidad, para luego arrastrarlo hasta la pared (...) sujetándolo primero la cara contra la pared y pegándole luego rodillazos en la zona del mentón”.

“En lo que respecta a XXX, uno de los efectivos lo sujetó fuertemente de los genitales y luego lo golpeó en reiteradas oportunidades con su bastón para finalmente pegarle patadas en diferentes partes del cuerpo”

Esto ocurrió hace más de dos años, en Palermo cool. Muy cool. Es uno de los pocos casos donde la justicia avanza, investiga y procesa. Los polis ahora van a tener que comerse un juicio oral.

Hay muchas más historias de estas que conocimos en los últimos años. Casi siempre las víctimas son jóvenes, nunca son de clase media alta. En este caso todo empezó por impericia policial (persiguieron a los tiros a personas equivocadas). En la mayoría directamente las persiguen sin motivos. Disparan, por las dudas. Pegan. Y después preguntan. Mientras tanto, en otros lugares de la ciudad se cometen diversos delitos con complicidad o negligencia de la policía.

En esta navidad estamos ante una oportunidad histórica de sentar las bases de una política de seguridad y policial donde estas prácticas no existan más. Se nota en el discurso de la Ministra Garre el tono de su política, las definiciones. Primero hay que investigar, después perseguir y, si corresponde, finalmente detener. Esa es la labor policial. Si el supuesto delincuente usa la fuerza la respuesta debe ser proporcional a esa fuerza. Si no usa la fuerza, el policía tampoco debe ejercerla. La policía debe darse vuelta y mirar de frente a la democracia. Es de primer grado lo que estamos diciendo. Pero en Argentina todavía la Policía Federal no empezó la primaria. Ahora parecen que están obligados a anotarse todos. Felicidades.

martes, 21 de diciembre de 2010

El derecho humano a la seguridad no existe


Zaffaroni tiene la virtud de poner las cosas en su lugar, que no es el lugar común, Rulo. Lo común o la “gente común” son términos que, como los mitos, le hacen el verdadero juego a las ideas de derecha, a lo conservador y, de rebote, a lo reaccionario. Los medios de comunicación lo saben bien. Y en el terreno de la seguridad es la regla y la excepción a la vez. Es la conocida criminología mediática.

Zaffaroni es juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Un penalista del carajo, su doctrina es estudiada y desarrollada en toda América. Un garantista conceptual. En el marco de una nota bastante flojita que publicó La Nación el último domingo sobre los alcances del término Derechos Humanos en la Argentina, en el suplemento Enfoques, Zaffaroni lo dijo con todas las letras ante la pregunta ¿La seguridad es un derecho humano?: “El derecho a la seguridad no existe. Hay que tener cuidado con autonomizar conceptos y clonar derechos, porque se termina en el totalitarismo. Hay derecho a la vida, a la integridad física, a la libertad sexual, a la propiedad, etc. Pero no existe un derecho abstracto a la ´seguridad´, que vuela como un espíritu autónomo, como un alma sin cuerpo que acaba encarnando en cualquier cosa y que permite priorizaciones que siempre fueron los pretextos de todos los autoritarismos".

Más claridad pedísela al sol, Rulo

En el mismo sentido y con un desarrollo doctrinario fenomenal se escribió el Informe sobre Seguridad Ciudadana y Derechos Humanos que publicó la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a fines del año pasado. Ahí, se realizan descripciones de los derechos humanos que se violentan cuando no existe una buena política de seguridad, pero de ninguna manera se afirma que existe un derecho humano a la seguridad.

Creo, Rulo, que no se trata de querer o no querer dejar entrar al derecho a la seguridad a la caja de los derechos humanos por algún capricho de identidad con el término. Se trata directamente de encuadrar y limitar, porque el derecho (las normas) son las herramientas fundamentales de la política. Y si dejamos que “accidentalmente” la doctrina agregue el derecho a la seguridad como un derecho humano, entonces abrimos la puerta para que las ideologías de tinte fascista desparramadas por muchos medios de comunicación o, aun más grave, por Macri, se incorporen a la legislación y los gobiernos las usen.

Esta semana se van a dictar sentencias contra varios milicos por delitos de lesa humanidad en el marco de tres juicios en Mar del Plata, Capital y Córdoba. En la dictadura reinaba la doctrina de la seguridad nacional y fue el período donde más “inseguridad” hubo en Argentina: 30.000 personas desaparecidas y asesinadas.


lunes, 20 de diciembre de 2010

El Discurso II


Lupus, amigo. Estos días son interminables. Cuantos cambios esperados estamos viendo. Que lindo estar acá para contarlos, para ser parte. Quería seguir con el post anterior, si te parece, porque planteado el marco general hay algunos puntos que quisiera observar. Y no quiero pecar de puntilloso o detallista pero, por honestidad intelectual, lo que me hace ruido debo expresarlo antes de continuar. Voy.

"Las fuerzas de seguridad se ven desanimadas cuando jueces liberan delincuentes" CFK.

La verdad que este punto es algo complicado. A ver, si hay malos jueces o jueces cómplices de los delincuentes deberían sustanciárseles el sumario correspondiente en el Consejo de la Magistratura, con nombre y apellido. Al mismo tiempo no todos los casos son iguales y las garantías constitucionales son un bien mayor en la vida republicana. Sí, incluso si se libera un delincuente.

Por otro lado me gustaría que CFK también dijese que muchos de nosotros nos vemos desanimados con los jueces cómplices de los policías corruptos y asesinos. Que también nos desanima la política que se sirve de las operaciones de la Federal o que usa a las fuerzas de seguridad para garantizar su poder en una provincia o en un municipio. Mucho también me desanima que no se ponga de relieve la complicidad de la policía y la política en los negocios de los barras del fútbol.

Quiero ser honesto porque hay un montón de cosas que me gustan del discurso de Cristina y no me sentiría bien si no expresase esta sensación agridulce que me dejó un pasaje de sus palabras. Y es bueno que, como militantes de este espacio político, podamos ver la película entera como dice la Presidenta.

Pese a lo de arriba ratifico que me gustó el discurso. Mucho. No condiciona mi Cristinismo. Porque reconoce una realidad, define un línea política, la explicita y la hecha a andar. Ahora decodificar eso es tarea del Ministerio de Seguridad. Hemos avanzado considerablemente. Un montón comparado con sólo un mes atrás.

Respiro y sigo.

Tiro un par de puntas a partir de las definiciones de Cristina y el “Operativo Centinela” (a ver si la próxima se copan y le ponen un nombre menos biorsi):

Fundamental a partir de ahora la coordinación en el Consejo de Seguridad Interior. Habría que bajar discurso y guita para capacitación y equipamiento. Sin salarios y equipamiento digno es muy difícil construir buenas fuerzas de seguridad. La Federal debería ir convirtiéndose en una agencia nacional de investigaciones complejas y las fuerzas provinciales ir hacia un modelo de policía comunitaria. En los casos de las grandes provincias se podrían instrumentar instancias de municipalización., siempre bajo los lineamientos y articulaciones planteadas desde el gobierno nacional.

Acompañar la intervención de las fuerzas de seguridad en zonas de alto riesgo o de conflicto social con la asistencia de otras agencias del estado. Es preciso que cada vez que se ponga en marcha un operativo de saturación -por ejemplo- este acompañado de servicios de desarrollo social y de asistencia comunitaria de emergencia. Si seguimos dejando las barriadas pobres a merced de las articulaciones de las fuerzas policiales –por más conducción civil que tengan- vamos a seguir reproduciendo el esquema de poder autónomo que poseen y la mutación de los esquemas de negocios hacia otros nuevos. A no confundirse, que los negocios no desaparecen de un día para el otro. Cambian, se transfiguran, es fundamental no perderles la pista. Nadie pierde un negocio porque crearon un ministerio.

Estamos en carrera. Tenemos línea. Acción política. Y lo más importante, una Presidenta al frente graciadió!


El Discurso



Lupus, medio desordenado y sobre el pucho, quiero contarte que me pareció muy bueno el discurso de la Presidenta. Me gustó porque fue un mensaje político, la Jefa de Estado dejando en claro cuales son los ejes sobre los que se sustenta la política de seguridad de este gobierno.

Estos ejes nunca fueron explicitados en el kirchnerismo. Había interpretadores, lugar para que demasiadas tendencias convivieran en un mismo espacio con visiones antagónicas sobre la seguridad y el delito. Yo felicito a la Presidenta no sólo porque comparto mucho de lo que ha dicho -y nosotros venimos diciendo en este blog- sino porque también lo explicitó. Cuando las cosas quedan claras para todos ayuda a que el escenario se ordene un poco.

La línea está. Pero las visiones antagónicas -dentro del mismo gobierno y del espacio político que lo componen- siguen vigentes. Y no son coyunturales, son ideológicas. De tal manera que a partir de ahora será clave dar ese debate hacia el interior de la estructura política del gobierno y de las autoridades provinciales. En tanto que a través del Ministerio de Seguridad estaremos atentos a ver como se traducen los lineamientos generales esbozados por Cristina en líneas de acción y políticas públicas concretas.

jueves, 16 de diciembre de 2010

Para tener en cuenta

Lupus, que días movidos. Tan movidos que se cambió la configuración del teclado y escribirte estás lineas es un suplicio.

Quería contarte que nos llegó carta. Nos encanta recibir correspondencia y más si viene con buenas ideas y de buenos compañeros. Subimos acá el texto que Eduardo Villalba nos enviara a propósito de la asunción de Nilda Garré al frente del nuevo Ministerio de Seguridad.

Saleeee...!! 


Ejes a tener en cuenta para una nueva gestión nacional del Gobierno de la Seguridad

Lo aquí planteado, es un mero punteo de las acciones inmediatas a llevar a cabo por una nueva gestión en materia de Seguridad, acorde la necesidad de producir un impacto de corto y mediano plazo, que remedie cierta inacción existente en los últimos años y algunas carencias evidentes en la materia. Cada ítem necesitará un desarrollo, el establecimiento de prioridades y el análisis político pertinente, dado que si bien lo que se plantea pretende ser una respuesta integral al problema de la Seguridad, no está exenta de ser parcial y limitada, debido a la necesidad urgente de dar algunos pasos al respecto, poner en marcha políticas activas, y construir un discurso público al respecto, ya que uno de los mayores problemas ha sido el silencio o el secretismo, y la dificultad de una gestión progresista y popular para encarar políticas de seguridad democrática.

La propuesta está compuesta por tres ejes no excluyentes, complementarios y que una vez establecidos, no deberán actuar como compartimentos estancos o de forma aislada o inconexa.

Si bien, el primer eje, aparece, a simple vista como prioritario, resulta necesario en esta coyuntura, y a la luz del rumbo asumido por el gobierno nacional, remarcar en el discurso y la acción, que la cuestión policial, si bien necesaria, no es la única opción de abordaje del problema de la seguridad, y al mismo tiempo que respecto de las fuerzas de seguridad, se toman las medidas que se imponen, se activan otras acciones tendientes a dar una respuesta sustentable, integral e integrada.

EJES DE GESTION

Eje 1 – Gobierno de las fuerzas de Seguridad:

-Reforma de la Policía Federal Argentina // Ascensos y promociones, revisión de organigrama, proyecto de nuevo estatuto de la PFA, establecimiento del escalafón único, creación de un nuevo cuerpo especial de lucha contra el narcotráfico, categorización de la Dirección de Policía Comunitaria de la PFA (redenominación en Policía Comunitaria y de Pacificación –PCP-), dependencia de la Policía de Seguridad (comisarías) de la Dirección de Policía Comunitaria, establecimiento territorial de las comisarías junto a la Unidades fiscales descentralizadas, instauración de Auditoría externa Policial, etc.

-Creación de la Mesa nacional para la reforma de las fuerzas policiales.

-Creación del Instituto Nacional de Seguridad Pública y Profesionalización de las fuerzas policiales (entidad académica conducida por civiles).

-Redefinición del papel de otras fuerzas de seguridad (Gendarmería, Prefectura) etc),


 Eje 2 – Estadística criminal para la planificación en seguridad:

-Unificación en un sistema único, de los órganos que recogen estadística bajo órbita de gobierno nacional (Dirección nacional de Política Criminal, Secretaría de Seguridad interior, PFA)

-Cruce de estadística con otros órganos de gobierno (ej. Justicia, Salud).

-Ajustar convenios al respecto con provincias, y con países limítrofes o en el marco de Mercosur.

-Creación del laboratorio nacional de análisis delictual (estableciendo protocolos para el análisis con stándares internacionales, monitoreo de organizaciones de la sociedad civil especializadas, instancias de transparencia y acceso público, y elaboración sistemática de pautas de planificación.

-Reinstalar la Mesa Metropolitana de prevención del delito. (ver Convenio)

-Asumir una política de medios y comunicación en materia de Seguridad.


Eje 3 – Prevenciòn comunitaria y social del delito y la violencia:

-Refundar el Plan Nacional de Prevención del Delito. Revitalizar estrategias de prevención comunitaria (Foros vecinales, consorcios preventivos, planificación situacional-ambiental, ciudades seguras, etc.)

-Reinstalar una estrategia nacional para el trabajo con jóvenes en conflicto con la ley penal. Definir sobre los proyectos de Ley Penal Juvenil.

-Impulsar programas para la paz social y resolución de conflictos en comunidades vulnerables (vulneradas).

-Propiciar la creación de mesas de trabajo interagenciales e interjurisdiccionales que acciones sobre la problemática (Desarrollo social/Seguridad/Justicia/Salud/ Educación, etc)

-Priorizar la dimensión metropolitana, dando una clara señal al respecto en ése territorio. Sumar progresivamente Gran Rosario, Córdoba y Mendoza.

==========

Eduardo Villalba es asesor Legislativo en materia de Seguridad
Director de seguridad municipalidad de Avellaneda (2001-2003)
Coordinador general Plan Prevención del Delito CABA (2004)
Jefe de Gabinete Subsecretaria de seguridad CABA (2005-2006)

lunes, 13 de diciembre de 2010

Ideas para Nilda

 
Lupus, da para tirarle un par de ideas a la flamante ministra?

Desordenado, voy:

Tres ejes sobre los que habría que delinear la nueva estructura de la policía:

- servicio de seguridad preventiva
- servicio de seguridad compleja
- policía judicial

Por otro lado, en lo que hace a la estructura burocrática y administrativa de la Policía Federal, habría que avanzar sobre el control policial (auditoría externa), escalafón único, escala salarial, ascensos y jerarquías.

- Se debería poder intervenir en la designación de los comisarios.

- Elaborar un protocolo sobre la intervención policial en casos de conflicto social.

- Profundizar la capacitación a las fuerzas de seguridad provinciales y establecer acuerdos con las provincias sobre los 3 ejes descriptos arriba como líneas de acción para propender a la elaboración de un proceso de reformas en el área de seguridad interior.

- Intervención de la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal.

- Control de la sala de situación y revisión de los protocolos de envío de información. Propender a la notificación en tiempo real para los casos en que se necesite intervención política para su resolución. Evitar las interpretaciones policiales sobre los particulares a fin de poder garantizar un mejor diagnóstico de situación e intervención.

- Podría replicarse la experiencia del Proyecto: “Intervención multiagencial para el abordaje del delito en el ámbito local” realizado en conjunto con el PNUD, en otros municipios medianos de la Argentina.
Ver proyecto: http://www.cuadernos-seguridad.gov.ar/ediciones/07_proyecto_arg.pdf

domingo, 12 de diciembre de 2010

Nilda, la oportunidad



Con Rulo festejamos y saludamos la creación del Ministerio de Seguridad y fundamentalmente el nombramiento de Nilda Garre al frente. Este blog podría cerrar hoy, probablemente se esté cumplido nuestro objetivo principal: que el gobierno nacional y popular de Néstor y Cristina gobierne la seguridad, es decir que gobierne a las fuerzas de seguridad, que tenga estadísticas propias y sanas, que tenga líneas de acción y difusión sobre el tema impulsando una seguridad democrática y una política de derechos humanos para las seguridad (conceptos que van de la mano: la seguridad se consigue con derechos humanos y no hay derechos humanos si no se analizan las causas y consecuencias de la inseguridad).

Pero este blog no va a cerrar, Rulo, obvio. Vamos a acompañar a Nilda. Vamos a militarla. Estamos ante una oportunidad histórica. Lo que pedimos, escribimos, debatimos, se puede hacer ahora y creo que no había mensaje más claro que designar a Nilda para todo esto. Ya están trabajando en la agenda, confiamos en esa agenda. Vamos a discutirla también, por supuesto, cuando lo consideremos necesario, desde este humilde y pequeñísimo espacio.

Estamos en condiciones de salir del default argentino, Rulo. El kirchernismo tiene pocas deudas con la democracia y los derechos humanos. Esta, para nosotros, es la más grande. Y la deuda se paga con decisión política, planes serios, funcionarios comprometidos, estructura, guita y con la estrategia necesaria para no caer en puro voluntarismo. Nilda y su equipo pueden hacer todo eso.

La valla que está hace años en la mitad de la Plaza de Mayo hoy se sacó para festejar el día de los derechos humanos y la democracia. León canta pegado a la puerta, la gente está cerca, amontonada, canta y baila. Las vallas están en el patio de alguna comisaría de la Ciudad, donde seguramente están viendo otro canal, escuchando otra música, hablando en otro lenguaje.

El desafío más grande y más difícil en Argentina es que los integrantes de las fuerzas de seguridad hablen el mismo idioma que el resto de la población. Eso lleva años, pero podemos empezar ahora. A los policías hay que incluirlos alguna vez en el proyecto, que se sientan parte, como los jubilados, los trabajadores, los estudiantes, los científicos. Primero hay que considerarlos trabajadores y otorgarle derechos laborales: salarios dignos, horarios limitados, etc.

Hay que cambiarles la croqueta, obvio, pero hay que soñar con eso, que se saquen la idea del combate, los estigmas, que persigan el delito y no “desvíos morales”, que cuiden a los jóvenes y no que los castiguen, que defiendan a los que menos tienen. Que hagan prevención. Inteligencia democrática. Que investiguen. Y que con conducción de política criminal persigan a los que realmente cometen los delitos que afectan la paz interior, la defensa común, el bienestar general y los beneficios de la libertad.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Verde paisaje del infierno



Inmigración. Espacio Público. Represión.

Lupus, quiero contarte que estoy asqueado. Preocupado. Absorto. En este par de días el acontecimiento de Soldati dio origen a un escenario absolutamente patético y miserable. Disculpame si estas sensaciones que te transmito son muy visearles pero la verdad, no puedo salir del estupor y la repulsión. Son palabras que brotan del corazón y la cabeza. Son las ganas de salir corriendo y parar con todo este desquicio.

Quisiera ordenar un poco las barajas que componen este juego. Vos sabes que a mi me gusta ordenar y aclarar los panoramas. Me parece que así es más fácil entender y entonces así, buscar soluciones a los asuntos, o ideas, propuestas, something in the way.

Inmigración

Lo peligroso del discurso de ayer de Mauricio Macri es la mentira. Porque la inmigración en la argentina no es un problema. Contamos con una ley reconocida en todo el mundo como de avanzada y se procura abordar el tema migratorio desde una perspectiva contenedora y no expulsora.

No obstante el marco legal y regulatorio, en el que además se ha avanzado en acuerdos bilaterales con los países limítrofes y próximos, la cantidad de migración que recibe la argentina no es ni descontrolada ni capaz de producir colapso alguno en la infraestructura y la economía del país. Si todos los bolivianos quisieran venir no habría problema, espacio sobra, lo que no hay es una política demográfica. Y este es el quid, porque el problema en las grandes urbes no tiene que ver con la nacionalidad tiene que ver con la pobreza y el hacinamiento.

Quienes se mueven a los centros urbanos y su periferia, pobres de toda pobreza, buscan paliar una situación desesperante. Encontrar un rebusque y vivir con las sobras del gran consumo. Es así en todas partes del mundo. Y el Gran Buenos Aires no escapa a esa situación.

Hay una peli que se llama Megacities, en ella se exhibe la vida en las ciudades de más de 10 millones de habitantes: Bombay, DF, Moscú y Nueva York. Tranquilamente podríamos poner al GBA en este listado de ciudades. Hay una escena en que un breve cause de agua recorre la calle en medio de una barriada muy pobre de Bombay, en su paso acumula todo tipo de desperdicios. La cámara secuencia sigue el curso de hilo de agua moviéndose, circulando el pobrerío, hasta caer por una especie de acantilado que corta abruptamente los límites del barrio y forma un enorme piletón más abajo. Ese piletón esta infesto, pútrido, la textura parece del petróleo, espesa. Si las películas pudiesen olerse sería insoportable. Hasta ahí la escena es triste, imposible de ignorar, marginalidad absoluta. Pero se vuelve dantesco. De lo profundo del piletón emergen dos cabezas que buscan entre el agua oscura el desecho de los marginales. Estupor.

Si bien la gente que ocupó y ocupa en estos días el Parque Indoamericano no reviste estas condiciones tan extremas, sí está escapando del desecho marginal para intentar conseguir la posibilidad de prosperar construyendo su casa en la zona más pobre de la ciudad, con los vecinos más pobres y en el contexto de infraestructura y cobertura más desamparado y desprovisto que sea posible: El de la ausencia del Estado. Ausencia que además permite la instalación de mafias que lucran con la necesidad, ya que el gobierno de la ciudad (y algunos otros del área metropolitana porque no) ignora por completo la desesperante situación habitacional de gran parte de la sociedad permitiendo que estas organizaciones intervengan en el entramado colectivo. 

Pero vuelvo a la inmigración. Copio y pego. Por Brenda Canelo.

La Ciudad de Buenos Aires reúne una gran cantidad de migrantes, entre quienes los provenientes del área andina central (Bolivia, Perú y noroeste argentino) están fuertemente representados. La inmigración desde Bolivia, junto con la de otros países limítrofes, fue constante desde los inicios de la existencia de Argentina como país y representó siempre aproximadamente el 3% de la población nacional total. No obstante, “ante el cese de la migración de ultramar (los migrantes limítrofes) pasaron de representar el 9% de la población extranjera (1914) al 60% en 2001” (Ceriani Cernadas et al, 2005), constituyéndose así en un colectivo crecientemente visibilizado por el resto de la sociedad. (…) A lo largo del tiempo, tanto los migrantes limítrofes como los peruanos fueron convertidos en el prototipo de la “inmigración no deseada” y, con particular énfasis durante las dos últimas décadas, se los responsabilizó del creciente desempleo y delincuencia (Golluscio et al., 2002; Grimson, 1999 y 2003; Belvedere et al., 2004). Especialmente debido a las trabas legales existentes para documentarse en Argentina, a sus comparativamente bajos niveles de instrucción o, en el caso de los peruanos, a la devaluación de sus calificaciones producida en el contexto migratorio, estos migrantes han visto restringido su acceso al mercado laboral local, debiendo recurrir por lo general a trabajos precarios, mal pagos e insalubres. Por su lado, la migración desde Salta y Jujuy es parte de los desplazamientos internos, iniciados en la década del treinta y profundizados hacia 1940, en conexión con el nacimiento y consolidación del peronismo y con el modelo de sustitución de importaciones. Dicha migración fue leída en términos racistas desde el “nosotros hegemónico” que recurrió a metáforas como “aluvión zoológico” y “cabecita negra” para caracterizarla, actualizando así la histórica disputa entre el puerto y el “interior” del país (Ratier, 1975; Belvedere et al., 2004).

Entonces. A ver. Repasando. El volumen migratorio no constituye ningún tipo de amenaza. La situación se plantea en qué política demográfica se tiene que dar la argentina para que todos esos migrantes no se vean en la necesidad de trasladarse casi exclusivamente al GBA. Es una discusión un poco más amplia pero urgente. Si concentramos cada vez más población en menos espacio es lógico que haya problemas de seguridad, tránsito, utilización del espacio público, etc, etc.

Una idea es trasladar dependencias del gobierno nacional que no tiene sentido que permanezcan en el área metropolitana. Ejemplo: cuarteles militares, áreas ministeriales de Desarrollo Social, Salud y Defensa. Otra cosa es incentivar la radicación industrial en otras partes del país y garantizar una infraestructura logística que permita mantener costos competitivos.

El Jefe de Gobierno de la Ciudad oculta su incapacidad incentivando el discurso xenófobo y fascista. La incapacidad de prever, atender y contener ha sido una constante es su gobierno, como lo ha sido también el deslindar responsabilidades. Su discurso es peligroso, activa la fuga de la discusión hacia un lugar del que se alimenta la violencia, que es el temor al otro, la estigmatización y la identificación del visitante como el enemigo. Viró hacia la radicalización de la derecha como pasa en todo el mundo pero, a diferencia de otros países, Mauricio Macri le suma su inutilidad total para la conducción política. Genera situaciones que no sólo no son conducentes en la solución de un problema particular sino que, además, ni siquiera puede capitalizar electoral o políticamente, ya que todo su andamiaje se sustenta en el marketing. Y lazando esto desde el marketing, apoyado por la perversión mediática, todo se vuelve extremadamente delicado.

Espacio Público

Hace algunos días colgamos algo sobre la recuperación del espacio público. Que tenía que ver con retomar la participación colectiva en la calle y no solamente con la puesta en valor del mobiliario urbano.

El problema del sur de la ciudad es que el macrismo ha omitido ambas cosas. No ha generado políticas suficientes para que la gente recupere su vida en las calles ni ha puesto en valor la infraestructura. El caso que vemos estos días del Parque Indoamericano es ejemplo de ello.

Si hubiese una preocupación real del gobierno de la ciudad por la preservación de este parque se hubiese invertido mucho antes en su cuidado y preservación. El Parque Tres de Febrero también es grande y dudo que puedan instalarse 1000 familias de un día para el otro sin la pronta intervención del aparato estatal.

Esto nos da pie a lo siguiente. Espacio público descuidado y ausencia de las agencias del estado: lugar propicio para la ocupación. Y cómo responde la derecha ante esta ecuación, con represión.

Es decir. Abandono + ausencia + ocupación nos da que la intervención estatal es la represión.

Represión

Tomando en cuenta la ecuación anterior la derecha interviene así. Con la policía. Mientras en el norte de la ciudad genera espacio para el bicing, el running y el skating en el sur te pega o te mata. Liso y llano.

Las fuerzas policiales (todas) en nuestro país y en casi todo el mundo no pueden intervenir en conflictos sociales más que por medio de la represión. No porque tengan que hacer eso, sino porque están preparadas y está en su ADN ese modus operandi. Ven quilombo y pegan. Ergo, la solución no es mandar a la policía. La salida es la intervención de otras agencias del Estado.

Y esta intervención se da para todos los casos. No puede ser nunca más que la representación estatal en las barriadas populares este a cargo de la policía. Que la regulación, la contención y hasta la solución de los conflictos se conduzca a través de una agencia de seguridad es irresponsable.

Soldati

El problema de Soldati debe solucionarse de alguna manera. Preferentemente en la vía más urgente que se encuentre. No sólo porque la gente que ocupó el parque esta viviendo y pretende construir en condiciones infrahumanas sino también porque se ha colado un discurso horroroso y violento, de enfrentamiento entre pobres y de responsabilidades políticas deslindadas.

Es preciso que se entienda que de aquí en adelante el cause debe venir por otro lado. La prevención. Recuperar y poner en valor el espacio público, presencia policial para garantizar la seguridad con carácter preventivo y disponibilidad de distintas agencias del estado para contener a la población en riesgo. El discurso beligerante y xenófobo además de peligroso es inconducente.

En paralelo deben comenzar a pensarse una política demográfica nacional y a reformar las fuerzas de seguridad para que sucesos como los de Villa Soldati no vuelvan a sucederse. Para que no vuelva a ser un verde paisaje del infierno.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

El día después en Soldati

Hoy a la madrugada salimos directamente a denunciar a la PFA, la primera versión que salió del barrio y la más creíble por antecedentes y costumbre era esa: la PFA mató. Se tenía la información de un muerto, ahora sabemos que son dos y hay, además, dos heridos de suma gravedad.

A la mañana comenzó el cruce de versiones. Mientras Piñera (Macri con un poco más de formación y con oratoria propia) intenta explicar los 83 muertos en Chile, acá las dos policías (Federal y Metropolitana) salieron a decir que usaron balas de goma. No creemos mucho en las versiones policiales porque hay antecedentes para no hacerlo. Pero esa información precisa debería salir de las autopsias de los cuerpos: el tipo de bala, la direccionalidad del proyectil, la hora, etc.

Lo que queda en evidencia es el grave error, gravísimo, de querer solucionar un conflicto social con represión. Irresponsabilidad de la jueza, de las autoridades políticas, de la policía. Es cierto que ningún gobierno debería consentir que la gente viva en un parque, pero para llegar a eso pasó algo antes que no se escuchó. Cuando se llega tarde a un problema, se reprime.


Se dice también que es una movida de un grupo mafioso de narcotraficantes que quieren copar el barrio a fuego, enfrentándose al proyecto de viviendas de la Fundación Madres de Plaza de Mayo. Y usarían con ese objetivo el tema real de la falta de vivienda y mucha gente con problemas de vivienda como fuerza de choque. Esto, con matices, también es un conflicto social, y no se resuelve con represión policial.

La represión supuestamente –en el imaginario social y hasta popular - lo que intenta es poner las “cosas en orden, tal como estaban antes del problema”. Pero hay que ser ciego para no entender que en Argentina una represión de estas características nunca es un camino de ida para restaurar el orden. Siempre vuelve algo de eso y generalmente algo mucho peor: crisis y, ahora sí de forma contundente, un conflicto social.

Creer que hay que demostrar la autoridad estatal para reestablecer el orden reprimiendo con la excusa de que si no se frena este tipo de cosas todo sería un descontrol es un dogma de la derecha, que el kirchnerismo supo descartar y así fue que diseñó una política pública de no represión en las manifestaciones públicas.

Hoy tenemos un conflicto mucho más grave que el de ayer. No se resolvió nada y lo más tremendo es que hay dos personas que ya no viven. Y esto los jueces, ministros, jefes de policía, lo deberían saber previamente. Si no tienen la capacidad para evaluar estas cosas, no sirven para sus funciones. Y si lo evaluaron, merecen el castigo institucional necesario por tamaña irresponsabilidad.

Por todo esto empiezan a surgir otras hipótesis, valederas, interesantes. Porque uno no cree que se trate de ceguera, sino de ciertas expresiones del sistema que se manifiestan naturalmente con lo que mejor saben hacer: pegar. Y la primer victima política de todo esto es el gobierno nacional. Es un boomerang: lo que tirás para adelante sin intentar resolver hoy, vuelve mañana y te pega en el estomago.

Y acá no es Clarín, TN, La Nación y nada. Son tan corporativos esos que no tienen la libertad intelectual para pegar a la Federal con el gobierno. Pero nosotros sí lo tenemos que hacer. Para proteger al gobierno y que pueda seguir profundizando sus políticas de inclusión social.

Y esto va más allá de que las balas de anoche sean policiales o no. A fin de cuentas, la policía no intervino en el conflicto real, lo produjo.

Otro pibe muerto. Hora de reformar la PFA

Lo venimos diciendo hace rato. No solo nosotros. Lo vienen diciendo muchos. La Policía Federal es autónoma, responde a sus propios intereses y negocios. Nunca se subordina, en tal caso negocia. Pero nunca cede poder. Ese poder de fuego en la calle, de control social en las barriadas, del negocio multimillonario alrededor del fútbol, de la falopa, de la trata de personas.

Y en ese esquema siguen matando pibes pobres como hoy en Soldati. Es hora de decir basta. No hay mucho margen para negociar. Seguramente se irán un par de comisarios, habrá revuelo, un par de suspendidos, clamor de justicia. Pero es insuficiente, porque la matriz de corrupción y autonomía seguirá sostenida a pesar del pequeño vendaval.

Ponerse de punta a la Federal es cosa seria. Lo sabemos. No somos ingenuos. Y pondremos el pecho para dar esa batalla. Este gobierno, que nosotros defendemos y que nos identifica ha atacado a grandes corporaciones y no le ha temblado el pulso. Es la hora de ir por la corporación que maneja la calle y decide quien vive y quien no en los barrios pobres de nuestra ciudad. Es hora de control civil político de la fuerza, del escalafón único y de mejoras sustanciales en las condiciones laborales.

No queremos eliminar a la Policía Federal, la queremos poner al servicio del pueblo.

Ahora es la hora.
 
 

domingo, 5 de diciembre de 2010

"Indio de mierda, te voy a matar"

Rulo, siguiendo con el tema, recomiendo la lectura de la nota de Horacio González de hoy en Página 12 (es importante que Página cubra con un enviado especial este tema). HG cierra la nota señalando que una dialogo entre el idioma de Félix Díaz (representante de la comunidad qom de Formosa) y el de la presidenta sería un acontecimiento capaz de recrear muchas dimensones de la justicia, la razón y el idioma de los argentinos; que no es otra cosa que pedirle a Cristina metaforicamente que reciba a Félix, cuestión que no estaría nada mal, si el objetivo es dar una señal aunque sea simbólica a las fuerzas de seguridad respecto a qué poderes debería empezar a responder. Porque el poder no es malo por sí mismo sino de acuerdo a su contenido, lineamientos y complicidades. Si el poder se usa para enfrentar a las corporaciones, bienvenido sea ponerse al servicio del poder. Lo que pasa en Argentina es que las fuerzas de seguridad siempre sirvieron a un estilo de poder (el que desprecia la diversidad cultural) y se hizo muy poco todavía para cambiar esa matriz. Ya lo dijimos varias veces, es la deuda de nuestra democracia y fundamentalmente la deuda de este gobierno que se enfrentó a casi todas las corporaciones, como bien dijo el Indio Solari, a quien escucho ahora cantar el tema que titula nestro blog. Y sí, es un mambo todo esto. Un mambo criminológico pero sobre todo político.

Al servicio del poder


Lupus, lo sucedido hace algunos pocos días en la provincia de Formosa desentraña varias situaciones paralelas, particulares y perversas que padecen los miembros de la comunidad toba-qom La Primavera.

Uno de los temas centrales es el constante avasallamiento de su territorio (legalmente reconocido) y el aislamiento al que se ven sometidos. Porque una cosa es poder vivir como uno “ancestralmente” desea y otra muy distinta es estar condenado a pobre o indigente.

En este escenario a nosotros nos ocupa el caso de las fuerzas de seguridad. Quisiéramos poder decir que es necesario cambiar muchas cosas en las provincias de nuestro país, en las estructuras feudales que permanecen intactas, en los círculos que se reparten el poder permanentemente y excluyen al pueblo como sujeto real de transformación y superación de las inequidades. La discusión sociológica, antropológica nos excede. Nos excede en el marco de lo que podemos abarcar desde Criminal Mambo pero no en la expresión de lo político. No queremos más provincias que vivan bajo una lógica feudal, que perpetúen las inequidades, las injusticias y el sometimiento en la ignorancia.

La fuerza policial al servicio del poder (político, judicial y económico):

En muchas provincias de la Argentina la policía es el brazo armado del poder y responde a este y por este. No es una fuerza que prevenga el delito, no esta pensada para eso. Existe para reprimir a todo lo que se oponga a los distintos poderes que gobiernan y operan en la provincia desde hace mucho tiempo.

Ese aparato represivo permanece enquistado y nadie ha buscado cambiarlo jamás. Porque responde a la lógica de cómo se gobierna en una provincia independientemente del signo político que tenga el gobernador.

Da la impresión que en muchos casos las estructuras del Estado sirven para perpetuar los poderes permanentes. No existe reconocimiento para el pueblo salvo como legitimador electoral y económico del poder. Tanto da para votar como para defender al patrón.

El caso de Formosa es mucho más explícito y patético, la comunidad qom ni siquiera es reconocida como parte del pueblo. Es ignorada y perseguida.

Desde lo político, tampoco queremos que quien suscriba al proyecto nacional y popular que encabeza Cristina no solamente no modifique estas situaciones sino que por el contrario las legitime y no pueda dar respuesta, cambiarla o combatirla. Algo. Si estás acá esto no puede pasar nunca más. Y no porque el suceso no vuelva a repetirse sino porque la situación que le dio origen debe modificarse de plano.

En tanto la disputa política y social debe darse en modificar radicalmente ese status quo, algo se debe hacer mientras tanto. Y eso que se debe hacer tiene una punta en la fuerza policial. La concepción como brazo armado del poder debe cambiarse. Nada es repentino, pero debe comenzar a construirse una nueva fuerza policial que tenga como precepto defender los intereses populares. Lupus puso algo acá sobre la Policía Metropolitana, en el sentido de que es preciso definir a que gente se va a escuchar, a quienes se va a proteger. Para comenzar nosotros preferiríamos hablar de pueblo.

Esta policía no va más. Gran oportunidad para reformarse. Y gran oportunidad para el gobernador de iniciar un proceso transformador de la provincia que quiebre con las estructuras de poder que existen desde antaño.

Para terminar te dejo unas palabras de Bayer al respecto, que tira una buena.

Abrazo,
Rulo


(…)

Otra vez fueron atacadas las tierras comunitarias de los pueblos originarios, la colonia toba La Primavera, en Formosa. En el ataque cayó muerto el dirigente de ese grupo étnico y, al defenderse ellos, cayó un policía atacante. Y quedaron destruidas decenas de viviendas de los residentes de esa comunidad, amén de otras instalaciones. No puede ser así. Nunca más esos procedimientos para con las comunidades de los pueblos originarios. Después de las experiencias históricas debemos aplicar otros métodos. Primero, ante todo, respetar sus tierras comunitarias y no basarse en que “no tienen títulos de propiedad”. Si llegara el caso en que la Justicia cree tener razón, entonces iniciar conversaciones, llamar como testigos a las organizaciones de derechos humanos y a sus abogados y dialogar para encontrar soluciones. No enviar ni a la Gendarmería ni a la policía a tiro limpio o a quemar viviendas y dejar tierra arrasada. El caso de Formosa, que acaba de ocurrir, está claro. El señor Celía, un colaborador de la última dictadura militar de la desaparición de personas, es el que gritó “esa tierra es mía, mía, mía”. Y allí mismo el ataque. Parece un film del Lejano Oeste. No, así no. El caso de las tierras comunitarias debe ser tratado, como decimos, en otras esferas muy informadas. Y donde se tengan en cuenta los intereses de esas familias, los de sus hijos y las oportunidades de trabajo.”

No al milico con palo y pistola que grita “¡Indio de mierda!”, sí a la experiencia de siglos que nos habla de la injusticia con que se trató a los pueblos hijos y ocupantes de estas tierras por siglos y siglos antes de que arribaran los que vinimos de los barcos. Además, la Justicia tiene que preguntarse: ¿para quién la tierra? ¿Para el extraño con relaciones en “las altas esferas” con plata en el bolsillo o para numerosas familias que viven en comunidad, con sus hijos, sus tradiciones, su cultura? ¿Para quien canta a la Pachamama y saluda al sol en esas latitudes desde hace siglos o para el señor Benetton que fabrica ridículas camisetas en el Norte italiano y gana billones? Al señor Celía, a los políticos comprometidos con el asalto, a los milicos golpeadores, yo les cantaría hoy en la cara: “Ved en trono a la noble Igualdad, Libertad, Libertad, Libertad”.


Osvaldo Bayer

jueves, 2 de diciembre de 2010

La Metropolitana y la gente


Rulo, hoy la Policía Metropolitana supuestamente comienza a recorrer y “custodiar” otros seis barrios de la Ciudad: Chacarita, Parque Chas, Agronomía, Villa Ortúzar, Villa Crespo y Paternal (Comuna 15). ¿Cómo la ves? Dicen que son 600 los polis que saldrán a la calle con 36 patrulleros y 14 motos. La idea, parece, es acercarse más a la “gente”. La idea siempre es que la “gente” los vea, hablar con la “gente”. La policía de proximidad (de origen francés) o la policía comunitaria (del ámbito anglosajón) fue presentada siempre por el gobierno de la Ciudad como sinónimos y definida como de acercamiento a la “gente”. Primero que no son lo mismo (aunque eso acá y ahora no importa) y segundo que más que acercarse a la “gente” el objetivo de este tipo de policías es alcanzar un consenso en la ciudadanía que legitime la actuación policial.

En el mismo sentido superficial, los discursos cortos, los lugares comunes y los tiempos televisivos nos muestran que Macri, Montenegro y Burzaco quieren una policía que “resuelva los problemas de la gente”.

Pero hay una pregunta, Rulo, que nadie está haciendo, por lo menos en el debate más conocido, y tiene que ver con la vaguedad del concepto “gente”: ¿A qué gente la Policía Metropolitana tiene que escuchar, se tiene que acercar y le tiene que resolver los problemas?. En un barrio de clase media hay, por ejemplo, señoras mayores que se quejan de los ruidos molestos de los jóvenes, comerciantes que piden estacionar los camiones con mercadería en lugares y horarios prohibidos, automovilistas profesionales y de buena familia que no respetan ninguna señal de tránsito, cadetes, propietarios, inquilinos, linyeras, cartoneros, barrenderos, vigilantes privados, empleados bancarios, banqueros, rateros, abusadores, golpeadores, violadores.

Nadie le preguntó a Burzaco o a Montenegro a qué tipo de gente van a escuchar para definir sus políticas de seguridad. Yo me lo puedo imaginar. Pero nadie lo contó. Un barrio tiene tantas miradas como gente, tantos problemas como soluciones, tantos conflictos como consensos. ¿Dónde tiene que mirar la Metropolitana? ¿Qué les dijeron para cuando salgan a la calle? “Acérquense a la gente, hablen, den respuesta”. Cuando no hay convicciones, ni línea política fuerte para respetar la diversidad y los derechos humanos, la policía acostumbra a ver con el ojo derecho.

El otro día una señora mayor se acercó a un poli de la Metro y denunció que había una persona que entraba y salía de su edificio y era de un aspecto raro, y bueno, el uniformado se acercó a la señora, de tez blanca, con años en el barrio, esa señora era “gente” para ese policía. Y el metropolitano paró a ese hombre, no tan blanco, no tan “gente” y le pidió documentos a esta persona, que no era “gente” para la mirada del Metro, el muchacho le dijo que nada estaba haciendo de malo y el Metro no estaba identificado y no dio explicaciones y el muchacho era un obrero contratado por el propietario de otro departamento, que no sabemos si es “gente” o no. El damnificado pidió explicaciones y el poli le dijo: “nosotros le creemos a la señora y usted cayese y no haga tantas preguntas”. “¿Y qué me va a pasar a mi?”, le preguntó el muchacho. “Ya te vas a enterar”, cerró el nuevo policía.

Lo que tenemos que discutir es la matriz policial, los prejuicios, la formación, y, por supuesto, la ideología. La “gente” no existe, es una bolsa negra vacía que cada funcionario o periodista la llena como quiere. Y generalmente cuando la abrimos nos encontramos con una bolsa de gatos.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Observatorio Nacional del Delito y la Violencia


Lupus, aquí te mando el anteproyecto de ley de creación del Observatorio Nacional del Delito y la Violencia que fuera presentado hace algunos días en el Congreso de la Nación. En principio me parece que esta súper bien.

Lo que pasa es que me surgen muchas dudas con la implementación. La articulación con tantos distintos actores (ministerios nacionales y provinciales; justicia nacional y provincial, fuerzas de seguridad de todo el país, organizaciones sociales) sumado a los diversos cambios que obligará a realizar en el Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos por la superposición de funciones me da que se complica.

El Observatorio trabajará con información sensible. Veo difícil que tooodas las agencias involucradas colaboren en tiempo y forma. Manejar data es manejar poder. Poder que hoy tienen estas agencias y que dudo quieran delegar gratuitamente al Observatorio.

Para que esto funcione es pertinente dar una discusión muy fuerte y lograr acuerdos sustantivos al más alto nivel. Para que esto de verdad sirva es necesario que el gobierno nacional lo tome como propio y “convenza” a las provincias y al poder judicial de su utilidad. Difícil nuevamente.

¿Cómo hacer entonces? Ni idea. Me parece que el Observatorio debería ser fruto de una construcción al revés. Que parta de una necesidad compartida y visibilizada por todos. Que el gobierno nacional entienda que es preciso modificar además la Policía Federal y elaborar un diseño sobre su política en seguridad, que hasta ahora desconocemos.

No sé, tengo la sensación que el Observatorio es la frutilla del postre y que se la van a comer antes de servirla. Ojalá que no. Espero equivocarme y que todo ande de maravillas pero veo que esta entrando con fórceps.