Rulo, ayer tuve el privilegio de participar de un almuerzo con Robson Rodrigues, Coordinador General de las Unidades de la Policía Pacificadora (UPP) de Río de Janeiro. Las UPP tienen actualmente 19 unidades que intervienen en 57 favelas de Río.
A diferencia de la visión mediática que se nos quiso imponer hace un par de meses, en Río la intervención de las fuerzas de seguridad en las favelas no es a sangre y fuego y con los militares, sino todo lo contrario. Rodrigues nos explicó que sólo en una favela solicitaron la colaboración del Ejército por falta de personal, pero que en octubre de este año, cuando estén formados nuevos agentes, el Ejército se va a retirar y será reemplazado por la UPP. Acá nos quisieron hacer comer, otra vez, que las Fuerzas Armadas resolvían los problemas en Brasil y que nosotros ante el flagelo que nos aqueja deberíamos recurrir a ella. Otro papelón de Duhalde y su señora.
Robson es antropólogo. Eso solo nos dice cuál es la decisión política para la seguridad en las favelas. Es muy crítico de la línea tradicional de las fuerzas armadas y de seguridad en Brasil. Dice: “primero dieron combate a los republicanos, luego a los comunistas y después a los pobres. Mi tarea es poder ayudar para cambiarles ese concepto, es un trabajo difícil pero estamos avanzando”. Las UPP empezaron en 2008 y cuentan sólo con 3000 integrantes. Sin embargo, en sólo dos años bajaron considerablemente el nivel de violencia y de delitos en todo Río de Janeiro.
La filosofía de las UPP no es la de combate, ni la de chicos malos, más malos que los narcos. Obviamente que están profesionalizados y tienen rigor. Pero está entre sus objetivos para los próximos años dejar de llevar armas. Sí, dejar de llevar armas a las favelas. Acá todavía se discute la medida de no llevar armas a las manifestaciones.
Robson nos cuenta que todo cuesta mucho porque la doctrina que amamantaron durante tantos años los policías es difícil modificarla. Pero está en eso. Buscan nuevos integrantes en otras policías pero también en las universidades, en la academia. En los equipos de trabajo todos pueden hablar, opinar y no hay sanciones. Los policías se tocan.
Las UPP abren el camino en las favelas para que entre el resto del Estado. Si bien es cierto que sigue siendo la mano policial la que primero entra, también es cierto que, según cuenta Robson, se trata de un plan integral de la gobernación de Río: pacificar las favelas con las UPP y detrás de eso el Estado social con todo su potencial: la única forma de vencer al narcotráfico.
Al final del almuerzo, con funcionarios de la Ciudad en la misma mesa, le pregunté a Robson si no quería venir a charlar con alguien de la Metropolitana. Digo, para que entiendan. Lamenté que no estuviera alguno de ellos ahí escuchando. Porque en la “Tana”, que también existe desde el 2008, están haciendo todo lo contrario. Siguen con el régimen militar para los cadetes y siguen reglamentando el Estatuto con normas arcaicas de contenido estrictamente disciplinario. Pero lo que es peor, eso no les sirve ni para hacerse los malos. Con 3000 personas las UPP pacificaron 57 favelas; con 2000 hombres la PM no puede ni cuidar los 33 hospitales. Me da un poco de vergüenza ajena. Además de mucha bronca.
Si quieren saber más sobre el asunto, acá Rodrigues brinda información más detallada.
1 comentario:
Creo que esta fuerza policiaca ha logrado conformar una fuente de seguridad y ha logrado bajar la violencia en la ciudad. Hoy en dia es mas seguro conseguir un Alquiler departamento Rio de Janeiro a pesar de las distintas zonas ubicadas
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