En esto estamos...

Parar la pelota. Pensar. Otear el horizonte. Levantar la cabeza en la mitad de la cancha y dejar de correr por los laterales mirando al suelo. Hay formas de trabajar la seguridad. Pero lleva tiempo. Planes. No hay respuestas en la urgencia. Este no es un blog urgente. Hay que abrir los ojos. Mirar al otro. Sentirlo. Traerlo. Acá vamos a tratar de reflexionar, de jugar corto para llegar lejos. Vamos a discutir la inseguridad y analizar las políticas de seguridad. Hoy, en general, no hay verdades ni mentiras: hay apuro hueco y complicidades. No nos bancamos el discurso dominante sobre la inseguridad y somos críticos de las cortas respuestas progresistas. Vamos por más. Vamos al hueso. A donde duele. A veces duele sentir y muchas otras, pensar. Somos Criminal Mambo. Un blog sobre seguridad ciudadana del campo nacional y popular.

jueves, 20 de enero de 2011

Vigiladores privados y Metropolitana



Lupus, amigo, regresé. Estaba muy lindo el norte, qué te puedo decir. Frío, nieve, tolerancia cero. Ya te contaré más adelante, porque hoy quiero hablarte sobre esta noticia que anduvo dando vueltas la semana pasada. Se trata de sumar a los trabajadores del servicio de seguridad privada (y a otros actores de la vía pública en la ciudad) para que colaboren con la Policía Metropolitana en el sistema de alertas y denunciando situaciones de riesgo.

Las reacciones que escuché fueron varias, pero en la misma sintonía: “Es una barbaridad” dicen algunos y otros afirman “Era lo que había que hacer”. Pero el problema no es solamente a quién se incorpora sino para qué, cuál es el esquema. Básicamente, nos preguntamos, cuál es la política de seguridad del gobierno de Mauricio Macri. Y aquí es donde nos entra el espanto, porque ya sabemos que se trata de una política de represión y exclusión.

Sumar a los vigiladores privados no estaría mal si hubiese mecanismos claros de regulación, capacitación y control de las empresas de seguridad privada, verdaderas cuevas de ex policías y militares de dudoso prontuario y de provisión de servicios -paradojalmente- poco seguros.

O si entendiésemos que, por ejemplo, en el marco de una seguridad ciudadana los habitantes de un barrio o comuna de Buenos Aires podrían organizarse en un foro junto con las autoridades locales y la policía para establecer algunos criterios básicos de seguridad. Porque la seguridad no es la policía. Esto es bueno repetirlo y entenderlo de una buena vez por todas. La Policía ayuda a articular la respuesta del Estado. Entonces, los vecinos de un barrio podrían decidir qué zonas priorizar (Plazas, Estaciones de Tren, senderos seguros para los escolares, etc) y cómo conformar un sistema de prevención. Y aquí entran los vigiladores privados, pero también las actividades públicas como una feria o un recital, cortar calles y restringir la circulación de vehículos los fines de semana para la práctica deportiva, mejorar las luminarias o las paradas de colectivos. Muchas ideas. Y entonces las decisiones serían populares y la policía sería de proximidad.

Y si yo sigo vecinos es para hablar de todos los habitantes de la ciudad. Ta claro, no? Porque en las barriadas populares no hay vigilancia privada o se encarga otra “empresa” pero también se podrían instrumentar foros, a ver si comienza a dar poder formal de decisión a la gente y pueden articular con otras agencias del Estado los mecanismos necesarios para mejorar las condiciones de seguridad.

Otra cosa. Policía de proximidad no es el cana que está en la esquina, bien vestido y simpático con las viejas del barrio. De proximidad y comunitaria significa que pueda estar sujeto a las decisiones democráticas y populares, que se encargue de los delitos menores y que se focalice en la prevención entre otros detalles más. Ojo al gol cuando Maurizio habla de proximidades porque eso querrá decir que el garrote esta más cerca.

Entonces lo que tenemos que reclamarle a Macri no es si tiene que incorporar o no a la seguridad privada al esquema de seguridad general. Sino que las políticas de seguridad estén orientadas a la prevención, la inclusión y la decisión popular. Sí, aunque tengamos vecinos fachos, la pelea hay que darla también en la calle. 

Saludos y mucho más lindo está Tucson, Arizona.

4 comentarios:

Agustín Molina dijo...

claro y preciso.
a muchos nos da pereza bajar a las reuniones de consorcio, y también -si las hubiera!- a las reuniones de seguridad barrial.
pero las peleas hay que darlas en todos lados, aunque joda, aunque duela.
hoy por hoy, hay la pelea hay que darla, para abrir esos foros de seguridad.
gracias por tu post, y por tu claridad.

Anónimo dijo...

primero antes de reclamar seguridad,paguen como corresponde respetando las leyes laborales vigentes,soy vigilador y trabajo para el gobierno de la ciudad en comahue seguridad,estoy por hacerle juicio porque no da mas para tanta explotacion laboral.soy un tercearizado mas de una empresa explotadora que trabaja con el gobierno de turno,me obligan a trabajar 12 horas diarias,y cobro una miseria ya que no me pagan las horas al 100 porciento como indica la ley,esta empresa no respeta ninguna ley laboral y el gobierno de la ciudad es socio en esta esplotacion,trabajo peor que un esclavo,solo me queda recurrir a un abogado laboral,hacerles juicio,y bueno se que me van a hacer al vidad imposible para que renuncie,ya estoy decidido no soy un esclavo y menos gratis

Lupus dijo...

Anónimo, tenés toda la razón. Hacé juicio, reclama lo que te corresponde. La seguridad privada es uno de los empleos peores pagos y menos controlados. Hace las denucias que tengás que hacer y si necesitas una mano avisa. Saludos

Anónimo dijo...

Coincido con los comentaristas anteriores. Lo mejor es buscarte un buen abogado laboral y hacer el juicio que te corresponde. Saludos