Charles Barkley, Larry Bird, Clyde Drexler, Patrick Ewing, Magic Johnson, Michael Jordan, Christian Laettner, Karl Malone, Chris Mullin, Scottie Pippen, David Robinson y John Stockton.
En el año 1992, Estados Unidos llevó por primera vez a los juegos olímpicos al dream team, a los jugadores de básquet que se lucían en la NBA. Hasta ese momento, siempre tuvo presencia importante pero nunca a los mejores, esos que salían en las revistas y que conocíamos por la tele. Las estrellas, digamos, iluminaron aun más a la renovada Barcelona. Estuvimos ahí. Como no había entradas para los partidos del dream team, sacamos para el partido que se jugaba en un horario anterior, Grecia con alguien más, ya no nos acordamos. Al terminar el partido nos encerramos en el baño con la esperanza de estar ahí hasta el comienzo del siguiente turno. No tuvimos suerte, a los 3 minutos la poli privada nos descubrió como si fuéramos nenes de 5 jugando a la escondida y tuvimos que salir.
Pero siempre hay revancha en la vida. Ayer pudimos presenciar otro dream team, todos juntos en el mismo escenario y con entrada gratuita, sin necesidad de colarnos.
Sólo un proceso como el actual, de control político de la seguridad puede juntar a estas personalidades, sentarlas y que ni siquiera hablen. Lo que invita, lo que convoca, es la gestión política concreta sobre las fuerzas de seguridad que se inició en diciembre de 2010. Y, sobre todo, la clara conducción de Cristina y Nilda de toda esta transformación.
Rulo agrega un dato de color. Chuck Daly era el entrenador de ese primer y único Dream Team. Un artículo del diario español El Mundo dice al respecto:
“Sin discusión fue el momento cumbre de su carrera, donde tuvo el privilegio de dirigir a jugadores ya legendarios como Michael Jordan, Magic Johnson, Larry Bird, Charles Barkley, David Robinson, John Stockton y Karl Malone y donde utilizó formaciones diferentes en cada partido.
Nadie dentro del equipo cuestionó ni los minutos ni los puntos anotados, todos comprendieron bajo la dirección de Daly que el único objetivo importante a conseguir era la medalla de oro y eso fue lo que lograron.”
Que bueno es ver que las estrellas de la seguridad democrática asuman el compromiso y la conducción de Cristina y Nilda. Porque el único objetivo importante a conseguir es estando todos juntos, impulsando las políticas públicas necesarias para una mejor seguridad.
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